Znaleziono 21 Wyniki dla: consagró/page/2
Moisés bajó del monte y lo consagró; lavaron sus ropas, (Exodo 19, 14)
Después Moisés tomó el óleo de la unción y ungió la morada de Yavé y la consagró con cuanto había dentro de ella. (Levítico 8, 10)
Moisés lo sacrificó. Mojando sus dedos en la sangre, untó con ella las esquinas del altar, para consagrarlo. Después derramó el resto de la sangre al pie del altar; de esta manera lo consagró, haciendo por él la expiación. (Levítico 8, 15)
Después Moisés tomó el óleo de la unción y sangre de la que había encima del altar y roció a Aarón y sus vestiduras, como también a sus hijos y sus vestiduras. Así, pues, los consagró. (Levítico 8, 30)
No puede salir del Lugar Santo sin profanar el orden del Lugar Santo, porque el óleo que lo consagró a su Dios permanece sobre él como un diadema sobre su cabeza: ¡yo soy Yavé! (Levítico 21, 12)
Si el que consagró el campo lo quiere rescatar, añadirá la quinta parte al precio fijado y será suyo. (Levítico 27, 19)
Ese mismo día, Josué se apoderó de Maquedá. Pasó a cuchillo a su rey y a sus habitantes. La consagró en anatema a Yavé con todos los que estaban en ella, sin perdonar a ninguno. El rey sufrió la misma suerte que el de Jericó. (Josué 10, 28)
pasó a cuchillo a su rey y habitantes, sin dejar ningún sobreviviente. Lo hizo tal como trató a Eglón: la consagró en anatema. (Josué 10, 37)
De esta forma Josué conquistó toda la parte de los cerros, el desierto de Negueb, el llano y las pendientes con sus reyes. No dejó ningún sobreviviente, sino que consagró en anatema a todo ser viviente, según Yavé lo había ordenado. (Josué 10, 40)
Nadie quedó con vida, y en seguida quemaron la ciudad. Josué tomó todas las ciudades de estos reyes y a todos sus reyes y los consagró en anatema, según se lo había ordenado Moisés, servidor de Yavé. (Josué 11, 12)
Así que Miqueas tuvo una Casa de Dios; también se hizo un mueble para sacar la suerte y unos idolitos, y consagró a uno de sus hijos como sacerdote suyo. (Jueces 17, 5)
Miqueas consagró al levita; este joven fue su sacerdote y se quedó en casa de Miqueas. (Jueces 17, 12)