Znaleziono 19 Wyniki dla: Prostitución/page/2
Israel se instaló en Sitim y el pueblo se entregó a la prostitución con las hijas de Moab. (Números 25, 1)
Eliminó también de su país al resto de los afeminados que se dedicaban a la prostitución sagrada y que Asá no había suprimido. (1 Reyes 22, 47)
El rey derribó la casa de los afeminados que se dedicaban a la prostitución (como se hace en la religión de Asera). Estaba dentro de los patios de la Casa de Yavé y en ella también las mujeres tejían velos para Asera. (2 Reyes 23, 7)
Construyó asimismo santuarios altos en los montes de Judá, incitó a la prostitución a los habitantes de Jerusalén y empujó a ella a todo Judá. (2 Crónicas 21, 11)
Todo esto lo vio Judá, su perversa hermana; vio cómo yo me separaba de la infiel Israel, dándole el certificado de divorcio por todas sus traiciones; pero ni siquiera se ha asustado, y ha salido también a ejercer la prostitución. (Jeremías 3, 8)
¡Ah!, tus adulterios y tus gritos de placer, tu descarada prostitución, en los cerros y en los campos, todas tus monstruosidades, yo las he visto. Desgraciada Jerusalén, ¿hasta cuándo, todavía, estarás impura? (Jeremías 13, 27)
Lo hizo peor aún en su prostitución cuando vio esas imágenes de Caldeos pintadas de color rojo, de esos hombres que se veían pintados en los muros, (Ezequiel 23, 14)
Cuando Yavé comenzó a hablar por medio de Oseas, le dijo al profeta: «Vete y cásate con una de esas mujeres que se entregan a la prostitución sagrada y ten hijos de esa prostituta. Porque el país se está prostituyendo al apartarse de Yavé.» (Oseas 1, 2)
Ya no querré más a sus hijos, porque son frutos de la prostitución. (Oseas 2, 6)
Prostitución, vino y aguardiente se han hecho dueños de su mente. (Oseas 4, 11)
no castigaré ni a sus hijas ni a sus nueras porque sean prostitutas o infieles, pues ustedes mismos se encierran con las prostitutas y sacrifican con los consagrados a la prostitución. De este modo, un pueblo que no entiende acaba por perderse. ( (Oseas 4, 14)
Sus faltas les impiden volver a su Dios, un espíritu de prostitución se ha hecho dueño de ellos y ya no conocen a Yavé. (Oseas 5, 4)