Talált 237 Eredmények: Hablo/page/18

  • Habló entonces Dios a Noé en estos términos: (Génesis 8, 15)

  • Cayó Abram rostro en tierra, y Dios le habló así: (Génesis 17, 3)

  • Salió Lot y habló con sus yernos, los prometidos de sus hijas: «Levantaos, dijo, salid de este lugar, porque Yahveh va a destruir la ciudad.» Pero sus yernos le tomaron a broma. (Génesis 19, 14)

  • Luego se levantó Abraham de delante de la muerta, y habló a los hijos de Het en estos términos: (Génesis 23, 3)

  • y les habló en estos términos: «Si estáis de acuerdo con que yo retire y sepulte a mi muerta, escuchadme e interceded por mí ante Efrón, hijo de Sójar, (Génesis 23, 8)

  • Yahveh, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que me tomó de mi casa paterna y de mi patria, y que me habló y me juró, diciendo: "A tu descendencia daré esta tierra", él enviará su Angel delante de ti, y tomarás de allí mujer para mi hijo. (Génesis 24, 7)

  • Jamor habló con ellos diciendo: «Mi hijo Siquem se ha prendado de vuestra hija, así que dádsela por mujer. (Génesis 34, 8)

  • Entonces el jefe de escanciadores habló a Faraón diciéndole: «Hoy me acuerdo de mi yerro. (Génesis 41, 9)

  • El les alcanzó y les habló a este tenor. (Génesis 44, 6)

  • Transcurridos los días de luto por él, habló José a la casa de Faraón en estos términos: «Si he hallado gracia a vuestros ojos, por favor, haced llegar a oídos de Faraón esta palabra: (Génesis 50, 4)

  • Así que no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros pequeñuelos.» Y les consoló y les habló con afecto. (Génesis 50, 21)

  • Habló Dios a Moisés y le dijo: «Yo soy Yahveh. (Exodo 6, 2)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina