Talált 14 Eredmények: salvé/page/1
"¡El Dios de los dioses, el Señor, lo sabe perfectamente, y que también lo sepa Israel! Si ha habido de nuestra parte rebelión contra el Señor o infidelidad hacia él, que él no nos salve en este día. (Josué 22, 22)
los sidonios, los amalecitas y los madianitas, ustedes clamaron hacia mí, y yo los salvé de su poder. (Jueces 10, 12)
Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel dijeron: "¿Por qué el Señor nos ha derrotado hoy delante de los filisteos? Vayamos a buscar a Silo el Arca de la Alianza del Señor: que ella esté presente en medio de nosotros y nos salve de la mano de nuestros enemigos". (I Samuel 4, 3)
y dijeron a Samuel: "No ceses de clamar por nosotros al Señor, nuestro Dios, para que nos salve del poder de los filisteos". (I Samuel 7, 8)
Antes de tener relaciones con ella, levántense primero los dos para orar y supliquen al Señor del cielo que tenga misericordia de ustedes y los salve. No tengas miedo, porque ella está destinada para ti desde siempre y eres tú el que debe salvarla. Ella te seguirá, y yo presiento que te dará hijos que serán para ti como hermanos. No te preocupes". (Tobías 6, 18)
"Confió en el Señor, que él lo libre; que lo salve, si lo quiere tanto". (Salmos 22, 9)
Clamaste en la aflicción, y te salvé; te respondí oculto entre los truenos, aunque me provocaste junto a las aguas de Meribá.Pausa (Salmos 81, 8)
Clamen al Cielo, para que nos salve de nuestros enemigos". (I Macabeos 9, 46)
Yo anuncié, yo salvé, yo predije, y no un dios extraño entre ustedes. Ustedes son mis testigos -oráculo del Señor- y yo soy Dios. (Isaías 43, 12)
¡Salgan de en medio de ella, pueblo mío, y salve cada uno su vida del ardor de la ira del Señor! (Jeremías 51, 45)
Cuando yo diga al malvado: "Vas a morir", si tú no se lo adviertes, si no hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta, y de esa manera salve su vida, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. (Ezequiel 3, 18)
Ustedes hacen sufrir al justo con engaños, cuando yo no lo hago sufrir, y reconfortan al impío para que no se convierta de su mala conducta y salve su vida. (Ezequiel 13, 22)