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Este fue el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados. Cuando el Señor Dios hizo la tierra y el cielo, (Génesis 2, 4)
Los que volvieron de Tel Melaj, Tel Jarsá, Querub, Adán e Imer, y que no pudieron probar si su familia y su estirpe eran de origen israelita, fueron los siguientes: (Esdras 2, 59)
Provenientes de Tel Melaj, Tel Jarsá, Querub, Adón e Imer, que no pudieron probar si su familia y su raza eran de origen israelita: (Nehemías 7, 61)
Tobit le dijo: "¡Bienvenido, hermano, y salud! No tomes a mal que haya querido conocer la verdad acerca de tu familia. Por lo visto, eres un hermano de respetable y noble origen. Conozco a Ananías y a Natán, los dos hijos de Semeías el Grande. Ellos me acompañaban a Jerusalén; allí adoraban junto conmigo, y nunca se apartaron del buen camino. Tus hermanos son hombres de bien y tú eres de buena estirpe. ¡Sé bienvenido!". (Tobías 5, 14)
El que había desterrado a muchos de su patria murió en el destierro, mientras se dirigía a Lacedemonia con la esperanza de encontrar un refugio, apelando a su origen común. (II Macabeos 5, 9)
Pero antes, dejó prefectos para que hicieran daño al pueblo. En Jerusalén, deja a Filipo, de origen frigio, un hombre de costumbres más bárbaras que el que lo había designado; (II Macabeos 5, 22)
Pero sé que el Creador del universo, el que plasmó al hombre en su nacimiento y determinó el origen de todas las cosas, les devolverá misericordiosamente el espíritu y la vida, ya que ustedes se olvidan ahora de sí mismos por amor de sus leyes". (II Macabeos 7, 23)
¿Pero qué es la Sabiduría y cuál es su origen? Yo lo voy a anunciar, sin ocultarles sus misterios: me remontaré hasta sus orígenes más remotos, pondré al descubierto su conocimiento, y no me apartaré de la verdad. (Sabiduría 6, 22)
Su intimidad con Dios hace resaltar la nobleza de su origen, porque la amó el Señor de todas las cosas. (Sabiduría 8, 3)
En cambio, ejecutando poco a poco tu sentencia, les dabas oportunidad de arrepentirse, aunque no ignorabas que su origen era perverso y su malicia innata y que jamás cambiarían su manera de pensar, (Sabiduría 12, 10)
La invención de los ídolos es el origen de la fornicación, y su descubrimiento, la corrupción de la vida. (Sabiduría 14, 12)
Los hijos que llevan una vida honesta y tienen con qué alimentarse ocultan el origen humilde de sus padres. (Eclesiástico 22, 7)