Löydetty 81 Tulokset: Absalón/page/3
el segundo, Kilab, de Abigaíl, esposa de Nabal de Carmelo; el tercero, Absalón, hijo de Maacá, hija de Talmas, rey de Guesur; (2 Samuel 3, 3)
Esto es lo que ocurrió después: Absalón, hijo de David, tenía una hermana muy bella llamada Tamar, y Amnón, hijo de David, se enamoró de ella. (2 Samuel 13, 1)
y le dijo: «¿Qué te pasa, hijo del rey, que te veo cada día más de caído? ¿Por qué no me lo dices?» Amnón le res pondió: «Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón.» (2 Samuel 13, 4)
Su hermano Absalón le dijo: «¿Así que tu hermano Amnón se acostó contigo?... Pero, no importa, hermana mía, pues, al fin y al cabo, es tu hermano. ¡Quédate por ahora callada!» Y Tamar permaneció muy triste en casa de su hermano Absalón. (2 Samuel 13, 20)
En cuanto a Absalón, no le dijo ninguna cosa a Amnón, pero le tomó odio por haber violado a su hermana Tamar. (2 Samuel 13, 22)
Dos años más tarde, tenía Absalón la esquila de sus ovejas en Baal-Jasor, y quiso convidar a todos los hijos del rey. (2 Samuel 13, 23)
Pero el rey le respondió: «No, hijo mío, no es necesario que vayamos todos; eso va a ser mucha molestia para ti.» Absalón insistió, pero él no quiso ir, y lo bendijo. (2 Samuel 13, 25)
Entonces Absalón replicó: «Permite, al menos, que venga con nosotros mi hermano Amnón.» El rey respondió: «¿Por qué ha de ir contigo?» (2 Samuel 13, 26)
Pero Absalón insistió tanto que el rey consintió que fueran Amnón y todos sus hermanos.Absalón preparó un banquete como de rey, (2 Samuel 13, 27)
Los servidores de Absalón trataron a Amnón tal como aquél se lo había ordenado. Al ver esto, todos los hijos del rey se levantaron de la mesa, montaron cada uno en su mula y huyeron. (2 Samuel 13, 29)
Todavía estaban en camino, cuando llegó a oídos de David el rumor de que Absalón había dado muerte a todos los hijos del rey, sin que escapara ninguno. (2 Samuel 13, 30)
No; sólo Amnón ha muerto, pues Absalón había decidido eliminarlo desde el día en que Amnón violó a su hermana Tamar. Quítese, pues, oh señor, esa idea de la cabeza de que han muerto todos sus hijos. (2 Samuel 13, 33)